La versión original de este post se puede encontrar en The Transcript (inglés).

¿Sabías que el estrés relacionado al ambiente laboral está entre las principales causas de depresión mental en los Estados Unidos? ¿Sabés qué es lo que está causando todo este estrés? Un ambiente laboral tóxico.

De acuerdo a un reciente estudio del MIT, la cultura laboral tóxica es la razón principal por la que la gente renuncia a sus trabajos sin importar lo satisfechos que están con sus remuneraciones.

Así que, si odiás cada segundo que pasás en el trabajo, tenés que arrastrarte de la cama cada mañana, y te sentís increíblemente estresado por tu trabajo, podés ser uno de los miles de profesionales corporativos atrapados en un ambiente laboral tóxico.

En este artículo, te vamos a mostrar cómo reconocer un ambiente laboral tóxico y a compartir consejos para que puedas sobrellevar estos desafíos.

¿Qué es un ambiente laboral tóxico?

Un ambiente laboral tóxico es una oficina poco acogedora, hostil y mentalmente agotadora que hace tu vida miserable, frenta tu crecimiento profesional y arruina tu salud mental.

Muchos factores pueden contribuir a convertirlo en un ambiente tóxico.

Un jefe que microgestiona, una cultura de quedarse hasta tarde y trabajar los fines de semana, un ambiente no inclusivo, bullying entre compañeros, o todo eso junto.

Bob Sutton, profesor de la Universidad de Stanford, resumió a la perfección la cultura tóxica de trabajo en su “The no Asshole Rule”.

“Un ambiente laboral tóxico te hace sentir como basura”

Eso es exactamente lo que hace.

Es un lugar donde empleadores desagradecidos usan empleados como carilinas, los tratan como basura, y no siente remordimiento al respecto.

Y acá viene la peor parte.

Esos empleadores raramente violan los límites legales. Juegan dentro de las reglas creando una cultura poco cooperativa y un ambiente despiadado donde te mantenés atascado solo porque necesitás un trabajo. De esta manera, nunca tenés la oportunidad de llevarlos a la corte o buscar ayuda legal.

Si estás atrapado en un ambiente así, cambiar de trabajo es la mejor opción, porque cuanto más tiempo te quedes, peor se pone.

Pero si esa no es todavía una opción, te mostraremos cómo podés sobrevivir (e incluso crecer) mientras trabajás ahí.

Pero antes de eso, dejame que te muestre cómo una cultura tóxica afecta tu vida.

¿Por qué un ambiente laboral tóxico es malo?

Los efectos de un ambiente laboral tóxico van más allá de tu lugar de trabajo. Acá van algunos ejemplos para demostrarlo.

Afecta el trabajo

Un estudio reciente publicado en el Kansas Medical Journal encontró una relación inversa entre estrés mental y productividad laboral. Así que, cuanto más alto es el estrés laboral, menor es la productividad.

Y tiene sentido.

Los lugares de trabajo tóxicos rara vez tienen empleados felices y productivos, y las razones son obvias.

Cuando tenés un jefe narcisista y poco apreciativo que no puede ver nada bueno en tu trabajo o compañeros de grupo que no dejan pasar ninguna oportunidad para el sarcasmo, a tu mente le va a costar trabajar.

Afecta la confianza

Imaginate trabajar en una oficina en la que tu jefe critica todo lo que hacés, o tus compañeros de trabajo se rien de tu forma de vestir o hablar.

Si esto pasa durante un largo período de tiempo, no solo perderás la confianza mientras estás en el trabajo, sino que en general te volverás demasiado consciente de vos mismo en tu vida diaria.

Desafortunadamente, la mayoría de los ambientes de trabajo tóxicos te hacen eso.

En lugar de apreciar tus esfuerzos y ayudarte a mejorar, los empleadores tóxicos siempre van a encontrar errores en tu trabajo y van a matar tu confianza.

Puede ser nocivo para tu salud, tanto física como mental

Ya hemos hablado de cómo un ambiente laboral tóxico puede impactar en tu salud mental y hacerte sentir deprimido permanentemente.

Pero el estrés mental es la entrada a numerosas enfermedades físicas y mentales. Porque cuando tu cabeza no está relajada, nada más funciona correctamente en tu cuerpo.

Podés experimentar pérdida de apetito, noches sin dormir, pérdida de motivación para trabajar, y en general sentirte mal todo el día.

Afecta tu vida personal y relaciones personales

Un empleado corporativo típico pasa entre 8 y 10 horas en el trabajo todos los días. ¿Podés salir ileso si pasás tanto tiempo en un ambiente tóxico?

El estrés laboral usualmente afecta tu vida personal y afecta tus relaciones familiares. Te podés enojar por cosas pequeñas, gritar innecesariamente, mantenerte callado más de lo habitual, y estar de mal humor todo el tiempo.

Nadie disfruta de pasar tiempo con personas así.

No te deja conocer tu verdadero potencial

Un ambiente de trabajo tóxico nunca te permitirá alcanzar tu verdadero potencial laboral. La negativa a tu alrededor mata la creatividad porque estás siempre en modo de supervivencia. Así que en lugar de producir más, crear nuevas iniciativas, y solucionar problemas, tu enfoque se centra en evitar conflictos con tu jefe y compañeros de trabajo.

Te convierte en una persona tóxica

Trabajar en un ambiente laboral tóxico por unos pocos años puede convertirte en una persona tóxica. Te acostumbrás tanto a la negatividad en el trabajo que se convierte en una parte de tu personalidad, y empezas a emanar la misma energía a donde sea que vayas. La crítica se convierte en algo natural, y degradar a otros se convierte en algo normal para vos.

Ningún trabajo vale el precio de tu salud mental y física y tus relaciones personales. Es por esto que necesitás identificar un ambiente de trabajo tóxico lo antes posible y prevenir sus efectos nocivos antes de que sea demasiado tarde.

Cómo identificar si estás en un ambiente de trabajo tóxico

Las compañías tóxicas son organizaciones normales con sistemas, políticas, ascensos y otras formalidades corporativas. Pero sus culturas están arruinadas, y solo descubrís eso cuando te unís a la organización.

Así que, idealmente, deberías buscar las siguientes señales en una compañía antes de unirte, preguntando a otros empleados e investigando online.

Desbalance entre vida privada y laboral

El balance entre vida y trabajo es crítico para tu salud, bienestar personal y crecimiento profesional. Pero las compañías tóxicas no se dan cuenta de esto.

En lugar de eso, te quieren ver trabajando todo el tiempo incluso cuando no te necesitan en la oficina. Ese tipo de compañías tiene una cultura de trabajar hasta tarde en la que el valor y el compromiso de los empleados se juzga por el tiempo que pasa en la oficina.

Esperan que los empleados trabajen muchas horas no remuneradas, arman reuniones justo antes de que termine el día, y encuentran diferentes maneras para mantener a los empleados en sus cubículos.

Con el tiempo, los empleados de ese tipo de compañías se acostumbran tanto a quedarse hasta tarde que está mal visto irse de la oficina a horario.

Falta de respeto hacia los empleados

Tener pasión y energía en el trabajo está buenísimo. Pero nada le da derecho a los empleadores a faltarle al respeto a los empleados.

Pero es lo normal en la mayoría de los ambientes laborales tóxicos.

Los gerentes le gritan a los empleados, critican públicamente su trabajo, cuestionan su talento y habilidades, y los humillan frente a sus equipos – todo en nombre de la pasión.

Esto no pasa ocasionalmente o en el calor del momento. Es su cultura, y es intencional porque se alinea con su filosofía de tratar a los empleados como basura.

Comunicación interna insuficiente

La comunicación crea confianza y ayuda a los empleados a entender la perspectiva del empleador. Es por esto que la mayoría de las organizaciones tienen protocolos de comunicación interna bien definidos desarrollados por profesionales de los recursos humanos y la comunicación.

Pero las culturas de trabajo tóxicas no valoran la comunicación interna. En su lugar, mantienen a los empleados intencionalmente desinformados, raramente confían en ellos, y consideran la comunicación interna un desperdicio de recursos.

Creen en imponer políticas y controlar a los empleados en lugar de hacerlos parte en las decisiones.

Negatividad, chismes, y rumores entre los empleados

Los chismes y la negatividad en la fuerza laboral están entre las principales señales en un ambiente laboral tóxico. Desafortunadamente, la negatividad es contagiosa, y una vez que se empieza a desparramar, incluso los mejores empleados caen en ella.

Empresas previsoras tienen procesos y protocolos para combatir la negatividad en sus empleados. Pero a las empresas tóxicas no les importa.

Es por esto que las compañías en las que todos suenan enojados e insatisfechos son los peores lugares para trabajar.

Mala paga

Las empresas inteligentes valoran el talento y consideran los recursos humanos como su bien más preciado. Es por esto que por lo general le pagan a sus empleados más que la media del mercado y ofrecen incentivos y beneficios para incrementar su lealtad para con la compañía.

Los lugares de trabajo tóxico son completamente lo opuesto.

Ven a todos los empleados como un recurso fácilmente reemplazable que nunca debería costarles más de lo necesario. Así que, la mayoría de las organizaciones tóxicas tienen escalas salariales bajas que raramente son revisadas.

Por lo general pagan tarde y hacen deducciones salariales por violaciones de política menores. Su enfoque primario es ahorrar plata, incluso a costa de la satisfacción de los empleados.

Sin descripción de puestos de trabajo o roles definidos

Las descripciones de puestos de trabajo definen límites y proveen claridad sobre el trabajo de un empleado. Las compañías tóxicas evitan intencionalmente crear descripciones de puestos laborales o las crean vagamente así pueden manipular fácilmente a sus empleados.

Usualmente engañan a sus empleados echándole la culpa a la flexibilidad de las empresas que recién arrancan, en las que todos tienen que usar múltiples sombreros. Pero explotan a sus empleados asignándoles trabajo adicional y haciéndolos responsables de trabajos para los que no están entrenados.

Microgestión de empleados

La microgestión está entre las señales más aparentes de la cultura de trabajo tóxica. Mata la creatividad, agota la motivación, y previene el desarrollo de las habilidades de los empleados.

Los empleadores tóxicos microgestionan porque no confían en los empleados y no quieren que se desvíen de su camino definido. Así que, los tratan como máquinas que deben hacer exactamente lo que se les dice sin pensamiento crítico o análisis en el proceso.

Para los humanos, un ambiente así ocasiona insatisfacción porque somos curiosos por naturaleza y no podemos estar atados a un camino fijo por mucho tiempo.

Pero, como ya hemos discutido, a las compañías tóxicas no les importa la satisfacción de los empleados.

Sin un sistema claro de recompensas

Las trayectorias de carrera bien definidas y los sistemas de recompensa traen claridad a las organizaciones y motivan a los empleados a trabajar más arduamente.

La ausencia de un sistema de recompensas transparente es una gran señal de alerta porque indica que el empleador no valora la transparencia y el crecimiento profesional. En su lugar, recompensan y penalizan a los empleados basados en sus prejuicios.

Como resultado, la política, los chismes, y las conspiraciones abundan en esas compañías, y los empleados se enfocan más en satisfacer a sus jefes que en crear valor, resolver problemas, y hacer trabajo de verdad.

Priorizar clientes por sobre los empleados

“El cliente siempre tiene la razón” es una frase comúnmente usada en marketing y grupos de ventas.

Pero las culturas de trabajo tóxicas lo llevan un demasiado lejos priorizando a los clientes por sobre los empleados a toda costa. Esto significa que a veces hacen responsables a los empleados de las demandas irracionales de los clientes y muestran desprecio hacia los empleados en frente de los clientes.

Esto es extremadamente dañino para la confianza de un empleado y su para trabajar y crea una cultura tóxica en la compañía en la que los empleados no pueden decir nada al respecto.

Sin programas de desarrollo de habilidades

Las organizaciones crecen cuando sus empleados mejoran sus habilidades y suman más valor al trabajo. Las compañías modernas entienden que el desarrollo de habilidades de los empleados es una inversión lucrativa que siempre tiene réditos.

Pero los lugares de trabajo tóxicos lo ven como tirar la plata. Creen que los empleados usarían sus nuevas habilidades para cambiar de trabajo y beneficiar a los competidores.

Lo que no entienden es que los empleados cambian de trabajo de todos modos. Pero hay más posibilidades de que se queden trabajando en una compañía que invierte en sus carreras y los ayuda a mejorar sus cualidades profesionales. Además, crea una cultura positiva en la compañía en la que todos están tratando de mejorar en lugar de hacer siempre los mismos trabajos con habilidades obsoletas.

Sin sistema de retroalimentación hacia los empleados

Las sesiones regulares de retroalimentación entre empleados y gerentes los ayudan a entender la perspectiva de cada uno, identificar errores, mejorar la performance.

Es por esta razón que la mayoría de los profesionales de recursos humanos recomiendan ciclos de retroalimentación mensuales o trimestrales entre los jefes y los miembros de un equipo.

Pero en culturas de trabajo tóxicas, la retroalimentación no tiene ningún valor. Para ellos, los empleados no tienen ni voz ni voto en las políticas y estrategias de la empresa. Su trabajo es recibir órdenes y ejecutar planes. Y si están muy insatisfechos con la compañía, se los invita a irse.

Promesas falsas

Las compañías tóxicas ven las contrataciones como una transacción única. Así que hacen todo lo posible para hacer un buen trato cuando pueden obtener profesionales talentosos al menor costo posible.

Hacen promesas falsas para atraer candidatos pero raramente hacen honor a su palabra una vez que el empleado empieza a trabajar.

Naturalmente, los empleados no tienen ningún sentimiento de lealtad hacia estas compañías y viven insatisfechos mientras trabajan ahí.

Políticas irracionales de días libres

Los empleados se enferman, se agotan, o se toman días de vacaciones. Por esta razón todas las empresas tienen diferentes tipos de días que un empleado se puede tomar, como ser casuales, por enfermedad o anuales. Los empleadores inteligentes entienden que el tiempo lejos del trabajo ayuda a que los empleados recarguen las pilas y vuelvan con más motivación.

Pero los empleadores tóxicos quieren a los empleados en la oficina a toda costa. Es por esto que tienen políticas de licencias estrictas y en algunos casos inhumanas que requieren que los empleados vayan a trabajar sin importar qué.

Raramente aprueban pedidos de licencia o tratan duramente a los empleados que faltan al trabajo por enfermedad o por un compromiso familiar.

Altos niveles de enfermedad de los empleados

Las empresas felices son empresas saludables. Pero los lugares de trabajo tóxicos son estresantes y amargados. Por esta razón sus empleados se enferman frecuentemente y tienen claras señales de estrés en sus caras. Odian ir a trabajar todos los días y sufren cada momento que pasan en la oficina.

Un estudio reciente encontró una relación directa entre estrés relacionado con el trabajo y enfermedades físicas. También encontró que los efectos son mucho más intensos en empleados mayores.

Así que, si ves una empresa en la que todos se están enfermando y se sienten sin energía, mantenete lejos.

Liderazgo narcisista

Hay pocas cosas peores que trabajar para un jefe narcisista. No importa lo que hagas, nunca son agradecidos o apreciativos y siempre encuentran formas de criticar tu trabajo.

Están tan metidos en sí mismos que difícilmente en tu bienestar laboral o crecimiento profesional. Aún peor, rutinariamente se adueñan del crédito de tu trabajo y nunca te dejan brillar en frente de sus jefes o gerentes.

Es entendible que trabajar con jefes así es una pesadilla y logra amargar la vida hasta de la gente más optimista.

Altos niveles de rotación

Con todos los problemas que hemos discutido hasta ahora sobre los ambientes laborales tóxicos: ¿pensás que la gente se queda trabajando ahí por mucho tiempo? Por supuesto que no.

Es por esto que las compañías tóxicas tienen altos niveles de recambio de personal. Los empleados altamente calificados no se quedan en ellas por más de unos pocos meses y se van en cuanto tienen una oportunidad mejor.

Pero incluso empleados no calificados con ofertas laborales limitadas se van de esas empresas en pos de su bienestar físico y mental.

Cómo lidiar con un ambiente laboral tóxico

Entonces, ¿qué hacés si te encontrás atrapado en un ambiente laboral tóxico? ¿Cómo manejas las presiones sin hacerte daño? Hay dos maneras de verlo.

Qué podés hacer en tu rol de empleado

No podés cambiar la forma de trabajar de tu empleador. Pero podes tomar medidas para protegerte y sobrevivir en un ambiente laboral tóxico.

Acá van algunos consejos para ayudarte.

Buscá gente que se sienta igual que vos

En un ambiente de trabajo tóxico, muchos empleados se sienten sofocados o agotados por culpa de la cultura de la empresa. Hablá con ellos, compartí tus desafíos, intercambiá ideas, y ayúdense a sobrevivir.

Tener amigos con objetivos compartidos (sobrevivir a un ambiente laboral tóxico en este caso) hace más fácil tu trabajo y hasta cierto punto te relaja.

Además, te ayuda a crear una burbuja de positividad a tu alrededor que te protege de la negatividad exterior.

Documentá todo lo que hacés

Un ambiente de trabajo tóxico nunca aprecia tu trabajo o rara vez celebra tus logros. Así que vas a tener que hacerlo vos mismo.

Documentá todo lo que hacés en el trabajo usando listas de tareas diarias, informes mensuales, cierres trimestrales, y resúmenes de performance anuales.

Hacelos aunque a tu empleador no le importe porque son herramientas que te ayudan a resaltar tu performance y viene bien tenerlas a mano cuando un empleador tóxico cuestiona tu valor.

Poné límites

Un empleador tóxico cree que te compraron de por vida. Así que, rutinariamente te obligan a quedarte hasta tarde, y mandan mail y mensajes incluso los fines de semana.

Si no ponés límites desde el primer día, rápidamente se van a aprovechar de vos y encerrarte en su círculo de trabajo extenuante.

No dejes que pase eso.

La primera vez que alguien te pida que te quedes tarde, preguntales por qué y si no se puede hacer durante el horario normal de trabajo. Nunca respondas mensajes o chats los fines de semana.

Si es posible, tené un número de celular independiente para el trabajo y apagalo durante las vacaciones y licencias así no te pueden arruinar tu tiempo de descanso.

Prepará tu estrategia de salida

Mientras sobrevivís en una empresa tóxica, no te olvides de planear tu estrategia de salida. Porque la única solución permanente para tus problemas es cambiarte a un trabajo mejor.

Así que, actualizá tu currículum y perfil laboral, y publicá regularmente tus logros en LinkedIn y otras plataformas de la industria. Compartir tu experiencia y consejos laborales en LinkedIn es una muy buena manera de hacerte notar en tu rubro, conectarte con personas nuevas, y encontrar oportunidades escondidas de trabajo.

Priorizá tu cuidado personal

Nada es más valioso que tu salud. Porque una vez que tu salud se deteriora, no podes disfrutar nada en tu vida.

Así que, no dejes que un empleador tóxico te lleve a ignorar tu bienestar personal. Anotate en un gimnasio, o en algún club deportivo y canalizá tu ansiedad e ira a través de la actividad física.

Encontrate con amigos fuera del trabajo así podés hablar de la vida y de las cosas que disfrutás hacer. Priorizá a tu familia y disfrutá los momentos que pasan juntos.

Todo esto te ayuda a sobrevivir la negatividad de un ambiente laboral tóxico.

Qué pueden hacer las organizaciones y las empresas

Como líder, si te das cuenta que la cultura de la compañía se está volviendo tóxica todos los días, acá hay algunas maneras para manejarlo.

Encontrá la fuente de la negatividad

Diagnosticá las razones por las cuales la cultura de tu empresa es tóxica. ¿Es por culpa de tus gerentes narcisistas, mala comunicación, falta de sistema de recompensas, o algo más?

Buscá ayuda profesional que te ayude a auditar la cultura laboral y a encontrar la razón principal por la que la gente se encuentra constantemente estresada y amargada en tu compañía.

Este es el primer y más importante paso hacia la solución.

Planeá un cambio cultural

El cambio positivo por lo general es lento y doloroso, pero te mejora y te fortalece. Así que, una vez que identifiques las razones por las cuales la cultura de tu compañía es tóxica, creá un plan a largo plazo para eliminarlas para siempre.

Tené a los líderes en cuenta, explicales claramente el problema, hacelos darse cuenta de cómo están dañando a la compañía, y pedí que todos te ayuden a crear una cultura positiva.

Toma tiempo, pero con esfuerzo consistente, todo es posible.

Creá canales formales de comunicación

Matá los chismes y los rumores mediante la creación de canales formales de comunicación a todos los niveles de la jerarquía organizacional. Dale una voz a tus empleados, escuchá sus problemas, y buscá retroalimentación para mejorar.

Pediles a los gerentes que tengan reuniones de retroalimentación mensuales, trimestrales y anuales. Además, dale potestad a tu departamento de recursos humanos para hacerse cargo de los problemas de tus empleados y hacer su parte en crear una cultura inclusiva.

Transparencia ante todo

Transparentá tus procesos de recompensas, valoraciones, evaluaciones de proyectos, y todo en la compañía. Creá procedimientos y políticas y aplicalas a todos los empleados, así todos saben que están jugando en un campo de juego nivelado.

Hacé el lugar de trabajo más humano

Las organizaciones saludables no solo trabajan juntas. También celebran los logros personales de sus empleados, lloran sus pérdidas, viajan juntos, y crean recuerdos para toda la vida.

Así que, en lugar de estar trabajando todo el tiempo, invertí recursos en actividades recreacionales y ejercicios de formación de equipos. Entendé los problemas genuinos de tus empleados y cooperá con ellos.

Si le demostrás a tus empleados que te importan, van a ser más leales a tu compañía y sentirse más motivados a contribuir.